A punto de cumplirse dos meses del inicio de la invasión rusa, el horror continúa en Ucrania, donde la guerra se centra ahora en el este del país y se recrudece en Mariúpol. Allí, este sábado las tropas rusas han reanudado los ataques aéreos contra la planta metalúrgica de Azovstal, último reducto de la resistencia ucraniana en la ciudad portuaria, una infraestructura en la que se atrincheran cientos de militares pero también se refugian civiles.

Así lo ha indicado Oleksiy Arestovych, asesor de la Oficina de la Presidencia ucraniana: "El enemigo está tratando de sofocar definitivamente la resistencia de los defensores de Mariúpol en la zona de Azovstal. Han reanudado los ataques aéreos sobre el territorio de la planta, sobre la zona de defensa de nuestras tropas, y están intentando llevar a cabo acciones de asalto", ha afirmado.

No obstante, también ha asegurado que las fuerzas ucranianas están resistiendo e incluso llevando a cabo contraataques. "El enemigo nos continúa bloqueando y lanzando ataques aéreos contra la ciudad", ha confirmado por su parte el portavoz del Estado Mayor ucraniano, Olekandr Shputun.

El propio Volodímir Zelenski ha afirmado que el ejército ucraniano no está listo para intentar romper el sitio de Mariúpol por la fuerza, pero que tendría todo el derecho de intentarlo. Lo ha hecho durante una rueda de prensa desde Kiev, en la que ha insistido en la importancia de reunirse con su homólogo ruso, Vladímir Putin, para acabar con la guerra por la vía de la diplomacia, aunque ha advertido de que abandonará las conversaciones si Moscú destruye al pueblo ucraniano en Mariúpol o lleva a cabo "pseudo-referéndums" para crear "pseudo-repúblicas" en las zonas ocupadas".

Intento fallido de evacuación

Los nuevos ataques contra la acería se producen después de que el jueves Moscú cantara victoria en la ciudad y diera Mariúpol por conquistada, pese a la resistencia en Azovstal. Se estima que unos 120.000 civiles continúan en la sitiada Mariúpol, donde se ha localizado una nueva fosa común este sábado con más de un millar de cadáveres.

El Gobierno ucraniano planeaba reintentar la evacuación de "mujeres, niños y ancianos" de la ciudad, según anunció por la mañana la vice primera ministra, Iryna Vereshchuk. Un intento que ha fracasado, según las autoridades locales, que han indicado que 200 residentes que se habían reunido para abandonar la ciudad han sido dispersados por militares rusos, que les han advertido de posibles bombardos.

Petro Andryushchenko, asesor del alcalde, ha afirmado que los ocupantes están "limpiando" de cuerpos los escombros del teatro de la ciudad, bombardeado por Rusia, para trasladarlos a la localidad de Mangush, donde serían arrojados a una zanja. Además, ha denunciado que las fuerzas invasoras han deportado de Mariúpol a Vladivostok, en el extremo oriente ruso, a 308 residentes, entre ellos 90 niños.

Zelenski advierte: "¿Quién vendrá después?"

En su alocución nocturna del viernes, Zelenski advertía de que Ucrania solo es "un comienzo" y sostuvo que Moscú planea "capturar otros países". "Todas las naciones que, como nosotros, creen en la victoria de la vida sobre la muerte deben luchar con nosotros. Deben ayudarnos porque somos los primeros en la fila. Y, ¿quién vendrá después?", aseveraba el presidente ucraniano.

El mandatario se pronunciaba así después de que un alto mando militar ruso confirmase los planes de Moscú de obtener pleno control sobre el Donbás y el sur de Ucrania para ganar acceso a la región prorrusa de Transnistria, en Moldavia.

Una declaración de intenciones ante la que el Ministerio de Defensa ucraniano no tardaba en reaccionar, aseverando que, con estas declaraciones, Rusia ha reconocido que su objetivo en la "segunda fase" de la guerra no es una supuesta 'desnazificación' del país "sino simplemente la ocupación del este y el sur de Ucrania". Una pretensión que tacha de "imperialismo".

Zelenski asimismo ha insistido en que dotar a las tropas ucranianas de las armas necesarias es la máxima prioridad del Estado y ha agradecido el apoyo recibido por sus socios. Según ha defendido, "las fuerzas armadas de Ucrania continúan conteniendo los ataques de los invasores rusos en el este y el sur" del país: "Dirección Izyum, Donbás, la región de Azov, Mariúpol, la región de Jerson: estos son los lugares donde se decide el destino de esta guerra y el futuro de nuestro Estado", ha aseverado.

Nuevos ataques rusos

Mientras tanto, en Lugansk las ciudades controladas por las autoridades ucranianas están siendo atacadas de forma constante y los bombardeos se están intensificando, según ha informado el gobernador de la región, Serhiy Haidai. Allí, la artillería rusa ha matado a dos civiles en Zolote y herido a otros dos. Además, un ataque con misiles ha impactado en la ciudad portuaria de Odesa, matando al menos a cinco personas e hiriendo a otras 18, según las autoridades ucranianas.

Por su parte, las fuerzas del Kremlin han anunciado que han destruido un avión de combate y tres helicópteros en la región de Járkov. El gobernador de esta última región ha informado de que tres personas han muerto y siete han resultado heridas allí por los bombardeos de este sábado.

No obstante, la inteligencia de Reino Unido indicaba a primera hora las fuerzas rusas no habían obtenido ninguna victoria importante en las últimas 24 horas a pesar del aumento de la actividad y que, aunque Moscú reclama la conquista de Mariúpol, los intensos combates continúan frustrando sus intentos de capturar la ciudad, frenando así su avance en el Donbás.