"Hemos suspendido las operaciones del aeródromo como medida de precaución debido a los informes no confirmados de un avión no tripulado", informaba el aeropuerto a través de su cuenta oficial en la red social Twitter.

Durante la mañana de este viernes, el aeropuerto había reanudado su actividad. Sin embargo, han vuelto a cancelar los vuelos por la irrupción de un nuevo dron sin identificar que compromete la seguridad de los vuelos.

Ni despegues ni aterrizajes se han realizado durante casi 36 horas por la presencia de dos drones en las instalaciones. Se estima que este cierre ha afectado a unas 120.000 personas, y a un total de 760 vuelos que se iban a desarrollar en plena temporada navideña.

De pie

Las Fuerzas Armadas británicas se sumaron el jueves al despliegue policial activado en Reino Unido para hacer frente al caos en que se ha visto sumido desde el miércoles por la noche el aeropuerto londinense.

La Policía, que califica a estos ataques de deliberados, ha identificado a varios sospechosos de interés. Aunque dice desconocer los motivos exactos para el sabotaje, descarta el terrorismo. Los responsables se exponen a penas de hasta cinco años de cárcel.