"El edificio se derrumbó totalmente sobre nosotros". Es el estremecedor relato de un hombre sirio cuya familia pudo salvar la vida tras el devastador terremoto que ha asolado su país y la vecina Turquía. "Dios nos salvó y nos cayó encima una puerta de madera que nos salvó", ha relatado el hombre, a quien el seísmo sorprendió mientras dormía, en plena madrugada.
"Sentimos el terremoto e inmediatamente nos despertamos, era muy fuerte", ha relatado el superviviente, que vivía junto a su familia en el tercer piso de un bloque de cuatro plantas. "Sentimos el terremoto, así que salí con los niños y mi mujer y corrimos hacia la entrada de la casa", ha explicado. Fue al llegar a la entrada de su edificio cuando este se desplomó sobre ellos y, casi milagrosamente, una puerta les salvó de morir aplastados.
Un testigo en Alepo: "Vivo en un tercero, parecía que se quebraba"
A su vez, un vecino de Alepo que ha pedido ser identificado por su nombre de pila, Sako, ha contado a Efe que "muchos" edificios se han derrumbado en esa ciudad por el temblor. "Estábamos durmiendo y de pronto toda la casa comenzó a temblar, vivo en un tercer piso y parecía que se estaba quebrando". "Salí corriendo de la cama, cogí a mi familia y fuimos hacia el coche; condujimos hacia el área de Villat, donde hay un descampado sin edificios, y nos quedamos allí toda la noche", ha explicado.
En su huida, pudo comprobar que los inmuebles de su zona habían sufrido en general daños leves, al igual que el suyo, pero otras áreas de la ciudad no corrieron la misma suerte. "Hoy pasé por el Zoco Al Hal y muchos edificios se habían derrumbado, gracias a dios que sobrevivimos. En las calles se pueden ver piedras rotas caídas de los edificios", ha relatado el hombre, que ha indicado que tres personas que conocía murieron en un edificio cercano a su casa.
"El terremoto se los llevó, ¿qué podemos hacer?", ha lamentado, con la calma de quien ha vivido casi 12 años de guerra en Siria. Alepo fue escenario de una larga pugna entre las fuerzas gubernamentales sirias y los rebeldes entre 2012 y 2016, cuando fue retomada por Damasco, y albergó algunos de los episodios más cruentos del conflicto.