La tensión crece en Albania con nuevos enfrentamientos violentos en las calles de su capital. La Policía ha dispersado con gases lacrimógenos y cañones de agua las protestas contra el gobierno albanés.

Los manifestantes exigen elecciones justas y anticipadas y la dimisión del primer ministro, al que acusan de corrupción y presunto fraude electoral en 2017. Piden elecciones anticipadas.

El presidente ha anulado los comicios locales argumentando que primero es necesario reducir las "tensiones políticas" en el país.

La comunidad internacional ha condenado repetidamente con firmeza los actos de violencia de los manifestantes y ha instado a las partes a contenerse e iniciar un diálogo constructivo para encontrar una solución.