El viceministro de Sanidad, Nguyen Viet Tien, afirmó recientemente que los enlaces matrimoniales gais deberían ser refrendados por la ley para evitar discriminaciones. Las declaraciones iban en la misma línea marcada por el Ministerio de Justicia, que el pasado julio propuso incluir las uniones homosexuales dentro de la nueva Ley del Matrimonio y la Familia.

La propuesta tiene que ser aprobada por la mayoría de los 500 miembros de la Asamblea Nacional cuando se realice la votación el próximo año, pero la simple posibilidad ha disparado el optimismo de muchos homosexuales del país indochino."Vemos muchas señales positivas. El Ministerio de Justicia ha anulado las multas por celebrar bodas gais no oficiales y eso ya es un signo de buena voluntad", dice a Efe Tran Khac Tung, director de ICS, la única organización plenamente dedicada a defender los derechos de los homosexuales y transexuales en Vietnam.

Al menos tres de esas ceremonias entre personas del mismo sexo obtuvieron repercusión en la prensa y las redes sociales en los últimos años, lo que ha contribuido a avivar el interés de la opinión pública. Tung subraya que el trabajo que su grupo ha realizado desde 2008 para lograr notoriedad en los medios de comunicación está dando frutos y cambiando poco a poco la mentalidad conservadora de la mayoría de los vietnamitas."La imagen de los gais está ganando popularidad. Por ejemplo, hay una serie de televisión con un protagonista gay por primera vez y a la gente le gusta mucho. Al mismo tiempo, los parlamentarios se muestran receptivos a nuestras propuestas y el clima internacional es favorable", explica.

En la misma línea, el sociólogo Le Quang Binh, director del Instituto de Estudios sobre la Sociedad, la Economía y el Medio Ambiente, asegura que la percepción de los vietnamitas sobre los homosexuales está transformándose a pasos agigantados."Todavía hay mucha gente que piensa que es algo malo, pero cada vez menos. Ha ayudado que la prensa y la televisión les han dado más presencia en los últimos años", dice.

Una encuesta realizada por esta institución sin ánimo de lucro el pasado diciembre revelaba que el 58 por ciento de los vietnamitas se oponía al matrimonio homosexual, frente al 37 por ciento que lo apoyaba."Muchos lo rechazaban sobre todo por la imposibilidad de garantizar la continuidad de las sagas familiares, algo a lo que los vietnamitas dan mucha importancia. Pero la mayoría defendía la igualdad de derechos como principio", apunta Binh.

El sociólogo muestra cierto optimismo sobre el refrendo de la medida el próximo año, aunque no descarta que se terminen aprobando algunos derechos de las parejas gais sin llegar a legalizar los enlaces matrimoniales. Pese a algunas señales positivas, Binh es consciente de que la propuesta tiene que vencer la resistencia de los miembros más conservadores del Partido Comunista que gobierna el país.

El viceministro de Justicia, Pham Quy Ty, declaró recientemente al diario "Tuoi Tre" (Juventud) que la eliminación de las sanciones por las bodas no oficiales no significa que se legalice el matrimonio y se mostró escéptico sobre la aprobación de la medida a corto plazo.Otras voces advierten de que el Gobierno simplemente trata de desviar la atención ante la crisis económica y las guerras intestinas en la cúpula del Partido Comunista."El primer ministro Nguyen Tan Dung ha perdido muchos apoyos, la cúpula del poder está dividida y además han recibido críticas internacionales por encarcelar a disidentes. Intentan desviar la atención con estas cosas pero no creo que tenga recorrido", dice Le, un periodista que prefiere no revelar su apellido.Si finalmente legaliza el matrimonio homosexual, Vietnam se convertirá en el decimoquinto país que lo hace en el mundo y el primero en Asia, donde naciones como Malasia consideran la sodomía un delito.