La Oficina del Defensor del Pueblo explicó que ha recibido la queja de una señora que asegura que la presencia de corredores en el Cementerio Central de Viena le molesta cuando está rezando. Gertrude Brinek, una de las defensoras del pueblo, ha asumido la queja y ha trasladado al Ayuntamiento de Viena una petición de información sobre las rutas para correr que se abrieron en el camposanto el pasado marzo.

"Es una cuestión legal. Según la ordenación urbanística, ese terreno está destinado a cementerio. Si se quiere ir a correr ahí, debería estar reconocido como parque, zona deportiva o zona de recreo, y eso no es así", explica Agnieszka Kern, portavoz del Defensor del Pueblo de Austria.

En su escrito, Brinek pregunta hasta qué punto el uso del cementerio como zona para correr es compatible con los usos que las ordenanzas urbanísticas dan a ese lugar. Aunque Kern indica que su oficina esperará a tener una respuesta del Ayuntamiento y disponer de toda la información antes de emitir un informe, el Defensor del Pueblo considera ya que el terreno debería estar calificado como "parque", "zona deportiva" o "zona de recreo", para ser compatible con esa actividad deportiva.

Desde el Cementerio Central, sin embargo, se asegura que la presencia de corredores no altera en absoluto el descanso de los difuntos, ya que "correr es el tipo de movimiento más natural y muy silencioso". "Desde hace 15 años se corre en el cementerio y hasta ahora no ha habido ninguna queja", ha asegurado un portavoz, según informa la radiotelevisión pública austríaca ORF.

De hecho, la novedad ha sido marcar las rutas, una de dos y otra de cinco kilómetros, tanto con carteles como en un sistema GPS, justo para indicar a los corredores qué zonas del cementerio son recomendables y cuáles es mejor evitar.

Justo en relación al silencio, la oficina del Defensor del Pueblo plantea una segunda cuestión, en referencia a la fiesta, con concierto incluido, que el Ayuntamiento quiere celebrar el 25 de mayo con motivo de la inauguración oficial de las rutas. Así, Brinek pide que el Ayuntamiento explique si tiene autorización y hasta que punto ha tenido en consideración una celebración silenciosa.