El equipo de rescate sigue encontrando a gente con vida bajo los escombros ocho días después de que tuviesen lugar losterremotos de Turquía y Siria, una catástrofe que ha dejado completamente devastados a ambos países.

Miles de edificios se han venido abajoy el número de personas fallecidas no deja de aumentar. Mientras, los ciudadanos se congelan de frío en las calles al no poder volver a los edificios que quedan en pie por estar en riesgo de derrumbe.

Una situación límite que ha provocado las protestas de los supervivientes, que se quejan de la mala gestión que ha habido por parte del gobierno turco. Muchos aseguran que la respuesta ha sido lenta y que, en muchos casos, ha llegado tarde.

"La ayuda humanitaria y los equipos llegaron a la tarde del tercer día. Ya era demasiado tarde", asegura una de estas personas afectadas. Otros, destacan que se ha permitido la construcción de casas que no cumplían con la legislación existente para evitar que se vinieran abajo con los terremotos.

"Deberían construirse casas fuertes y habría que investigar. La vida humana no tiene valor aquí", desvela una ciudadana. Precisamente, este tema ya se ha puesto en manos de las autoridades y se han emitido más de 100 órdenes de arrestocontra constructores.

Unas sanciones que llegan tarde. Ahora, los supervivientes piden ayuda para poder reconstruir su hogar y hacer frente al frío. "Queremos ayuda psicológica y económica. Nuestras casas están destruidas. Queremos que nos construyan una casa o nos den dinero", afirma una de estas personas afectadas.

Una petición a la que se une otra ciudadana turca. "Nos congelamos. Estamos durmiendo en el patio de una mezquita. No hay refugio ni agua ni electricidad", explica.