Decenas de migrantes africanos han denunciado haber sido vendidos para trabajar y haberse visto atrapados en una situación de esclavitud en Argelia en lo que las organizaciones humanitarias temen que sea una tendencia al alza de abusos contra quienes buscan una nueva vida en Europa.
Argelia se ha convertido en un popular puerta de entrada al Mediterráeno desde que se complicó el trayecto por Libia, donde la esclavitud, las violaciones y las torturas están a la orden del día. En un creciente sentimiento contra los inmigrantes, Argelia ha expulsado desde el año pasado a miles de migrantes de vuelta a Níger, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), donde muchos de los que llegan cuentan historias de explotación. La escala de los abusos se desconoce, pero un estudio de la OIM a miles de migrantes sugiere que podría rivalizar con Libia.
Thomson Reuters Foundation ha escuchado relatos de trabajos forzados y esclavitud de una organización internacional y una asociación local en Agadez, el principal punto de tránsito de migrantes en Níger, y ha entrevistado a dos de las víctimas por teléfono. "La primera vez me vendieron por 100.000 francos CFA (algo más de 150 euros)", cuenta Ousmane Bah, un guineano de 21 años que asegura que fue vendido en dos ocasiones en Argelia por captores desconocidos y que trabajó en la construcción.
"Nos quitaron los pasaportes. Nos golpearon. No comíamos. No bebíamos", relata a Thomson Reuters Foundation. "Fui un esclavo durante seis meses", asegura. Los relatos de abusos son similares, afirma Abdoulaye Maizoumbou, coordinador de proyectos de la ONG internacional Catholic Relief Services. De los alrededor de 30 migrantes con los que habló tras ser deportados de Argelia, unos 20 aseguraron que habían sido esclavizados, precisa.
En la mayoría de los casos, los migrantes asegura que fueron vendidos en o en los alrededores de la ciudad de Tamanrasset, en el sur del país, poco después de entrar en Argelia, a menudo por traficantes de su propia nacionalidad, explica Maizoumbou. Algunos han relatado que les torturaron para chantajear a sus padres y que pagaran a sus captores, pero incluso cuando el dinero llegó fueron obligados a trabajar sin cobrar, o vendidos, precisa.
Un hombre ha contado a Thomson Reuters Foundation que dormía en un redil y sufría palizas si una de las ovejas enfermaba o estaba sucia. "Sacaban machetes y yo me arrodillaba y pedía perdón y lo dejaban pasar", recuerda Ogounidje Tange Mazu, de Togo. La oficina de la OIM en Argelia ha recibido tres informes este año de amigos y familiares de migrantes africanos secuestrados y forzados a trabajar en el país.
"Es probable que solo sea el indicio de lo que está ocurriendo. Cómo de grande es el asunto es lo que no sabemos", ha reconocido su jefe de misión, Pascal Reyntjens. Sin embargo, varios analistas han considerado improbable que la esclavitud esté generalizada en Argelia, dado que el país tiene un sistema judicial que funciona y una fuerza policial fuerte, al contrario que Libia.
Las autoridades argelinas no han hecho comentarios pero un alto cargo dijo que el país se enfrenta a un "incremento en la inmigración" y necesita más ayuda. En un comunicado publicado, el Gobierno rechazó un informe de un equipo de Derechos Humanos de la ONU de que las deportaciones masivas de migrantes eran inhumanas, argumentando que estaba haciendo lo necesario para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
"Estaría muy sorprendido de que se permitiera que hubiera esclavitud en Argelia", afirma Issandr El Amrani, director del proyecto para el Norte de Africa de International Crisis Group. "La situación simplemente no es comparable con Libia", añade. Pero en los 'guetos' de Agadez, las casas francas en las que los migrantes esperan en su viaje hacia el norte, algunas personas cuentan una historia diferente. "Lo que ocurre en Argelia supera lo que ocurre en Libia", afirma Bachir Amma, un antiguo traficante nigerino que gestiona un club de fútbol y una asociación local para informar a los migrantes de los riesgos.
Según Amma, ha hablado con más de 75 migrantes de vuelta de Argelia, la mayoría de los cuales describieron condiciones similares a la esclavitud. "Las ONG no saben de esto porque están muy interesadas en Libia", señala a Thomson Reuters Foundation.