Un tren de alta velocidad TGV que cubría el trayecto entre Estrasburgo y París con más de 300 pasajeros ha descarrilado dejando 21 heridos, y al conductor grave, según las autoridades francesas.
La Policía y los servicios de emergencia han acudido al lugar del accidente, que ocurrió cerca de Ingenheim, en el área del Bajo Rin, sobre las 07:45 de la mañana. "La evaluación inicial es que hay una persona herida que es un caso extremadamente urgente, y 20 personas que están siendo tratadas como casos relativamente urgentes", han informado las autoridades. En el tren viajaban 348 pasajeros.
El accidente podría haberse debido a un corrimiento de tierras, según fuentes policiales citadas por la agencia Reuters. Otros trenes han alterado sus rutas, aunque no se ha interrumpido el servicio, de acuerdo con la compañía ferroviaria estatal, SNCF.
La propia compañía ferroviaria ha indicado que el tren se ha salido de la vía debido a "un deslizamiento de tierra muy significativo", aunque el convoy "se mantuvo en pie". El impacto rompió los cristales de algunos vagones y los viajeros tuvieron que ser transportados en autobús hasta Estrasburgo.
El siniestro provocó retrasos en los TGV entre París y Estrasburgo, ya que los convoys tuvieron que ser desviados de la línea de alta velocidad a la convencional.
La información inicial distribuida por la empresa cifraba en tres los heridos, entre ellos el conductor, que se encontraba grave y tuvo que ser evacuado en helicóptero. Citaba además otros dos heridos, el patrón del tren, que sufrió un traumatismo en la espalda, y un pasajero "con heridas leves en la cara".
La compañía, que ha abierto una investigación interna, asegura que los dispositivos de seguridad del tren "funcionaron perfectamente".
En 2015, un TGV descarriló en la ruta de París a Estrasburgo durante una prueba antes de que la línea se pusiera en funcionamiento. En el accidente murieron 11 personas.