Un hotel que albergaba a refugiados en Bautzen, Alemania, ardía mientras algunos vecinos del pueblo lo festejaban, según agentes internacionales. Previamente, las autoridades alemanas habían llevado allí a los refugiados en autobuses. La policía ha llegado a responsabilizar en parte de los altercados a los refugiados por considerar que han sido provocadores con sus gestos.