El Gobierno talibán lleva tiempo intentando promover el turismo "seguro" en Afganistán, según dice, para revivir la economía local y lavar su imagen tras la toma del poder en 2021. Hay incluso agencias de viajes que planifican todo al detalle: organizan los lugares que van a visitar, dónde van a dormir y hasta qué comer.

"Tenemos que garantizar la seguridad de los viajeros, y eso se hace con unos protocolos que , dependiendo del destino, se van adaptando. En el caso concreto de Afganistán, necesitamos conocer la situación de cada una de las regiones que visitamos y visitar solo aquellas que son seguras", señala Aníbal Bueno, socio de la Agencia 'Last Places'.

Es obligatorio que los viajeros firmen un contrato que incluya las condiciones del destino, es decir, que conozcan la situación sociopolítica del país. Además, la ley les obliga a tener un seguro de responsabilidad civil y de asistencia en viajes, con repatriación en caso de enfermedad grave o muerte.

Joan Riera, propietario de la Agencia 'Last Places', ha visitado cinco veces Afganistán desde 2022. En estos momentos, está en Kabul, su primera parada, con un grupo de visitantes extranjeros. Riera cuenta que están "coordinando todo para preparar el regreso de los que se quieran ir, y para que los que se quieran quedar sean conscientes de la situación".

Pese a que el Ministerio de Asuntos Exteriores no garantice la seguridad de ningún turista español en Afganistán, el número de personas que viajan al país ha aumentado en los últimos años. En 2021, hubo casi 700 turistas extranjeros, cifra que se triplicó en 2022 y se volvió a multiplicar en 2023, año en el que se registraron hasta 7.000 visitantes. Sin embargo, el Gobierno español recomienda "no viajar bajo ninguna circunstancia" a Afganistán por "riesgo de secuestro o atentado en todo el país".