Cuatro ladrones han entrado en un colegio de Darwin, en Australia, utilizando a tres cocodrilos para romper los cristales y así poder acceder. Al romper el cristal, las alarmas de seguridad sonaron y alertaron al vigilante, lo que provocó que los ladrones huyeran solo con una pantalla de ordenador.

Los tres animales fueron utilizados para romper la puerta y después los introdujeron por el cristal roto y después fueron abandonados en el colegio. Cuando los agentes llegaron, observaron que los cocodrilos tenían la boca sellada y, según las autoridades, están en muy mal estado.