La residencia del cónsul saudí era el siguiente lugar en el que los investigadores debían buscar pistas de la desaparición de Khashoggi, pero aunque parecía que les dejaban entrar, les dieron con la puerta en las narices. "Los saudíes nos dijeron que la familia del cónsul estaba dentro", apuntaba Mevlut Cavusoglu, ministro de Exteriores de Turquía.

Ahora, nuevas informaciones vuelven a apuntar a que fue un asesinato absolutamente planificado. Es estremecedor el relato que describe el medio 'Middle East Eye', que cita una fuente turca: Khashoggi fue descuartizado vivo y murió tras una agonía de siete minutos, publica este medio, hubo intento sólo de interrogarlo.

Y por mucho que la familia real saudí trate de distanciarse de lo ocurrido, el New York Times, publica que al menos cinco de las 15 personas que habrían participado en su desaparición pertenecerían al círculo más próximo del príncipe Bin Salman, uno sería incluso acompañante habitual en sus viajes al exterior, uno de ellos, a Madrid.

Trump sigue dando su apoyo a Arabia Saudí y dice que no puede ser culpable hasta que se demuestre lo contrario, pero si se demostrara que saben algo, ya no le gustaría tanto. Su secretario de Estado se ha reunido con Erdogán recién llegado de Riad con la improbable promesa de los saudíes de que investigarán de forma transparente el caso.