El sumergible UC-61 se hizo invisible en la década de los 30, cuando después de 15 años abandonado, la arena lo cubrió por completo.

Los vecinos de Wissant, cerca de Calais, conocían la existencia de este submarino bajo las arenas de su playa, e incluso habían descubierto algunas de sus piezas, pero nunca había emergido su estructura casi al completo.

La marea baja permite a los curiosos acercase a las dos secciones visibles del sumergible centenario. "Los restos son visibles brevemente cada dos a tres años, dependiendo de las mareas y el viento que lleva a movimientos de arena, pero una buena ráfaga de viento y los restos desaparecerán otra vez," ha asegurado a la cadena 'BBC' Bernard Bracq, alcalde de la localidad.

Pero la estructura también podría emerger aún más, según ha asegurado el guía turístico Vicent Schmitt, ya que el viento y las mareas podrían hacerlo más visible.

El UC-61 servía a los combatientes alemanes de la Primera Guerra Mundial como arma, ya que a pesar de ser un submarino tenía cañones y con él, colocaban minas y disparaban torpedos.

En una de sus misiones, el buque, que ya había acabado con la vida de los tripulantes de 11 navíos, se quedó encallado en la playa de Wissant; sus miembros acabaron rindiéndose y su capitán, George Gerth, fue prisionero de guerra durante tres años.