La situación a bordo del Open Arms es límite. Al menos 15 migrantes se han lanzado al agua a la desesperada y han intentado alcanzar la costa de Lampedusa, a 800 metros del barco, a nado.

Han sido interceptados por la guardia costera italiana, que les ha trasladado al puerto. "Hay nervios, agresividad, violencia, estrés, la ansiedad, el agotamiento", enumera el fundador de la ONG, Oscar Camps.

Todo tras una noche en la que han visto marcharse a otros nueve migrantes (ocho enfermos y un acompañante) que eran evacuados por urgencia médica.

Desde el Open Arms siguen esperando una solución. "Estamos en aguas territoriales italianas, bajo jurisdicción italiana, con dos causas abiertas con la Justicia italiana", indica Camps, "no podemos salir de aquí porque sí, deprisa y corriendo, porque en todo caso tiene que ser la autoridad italiana la que nos tiene que permitir salir".

Pero siguen insistiendo: la travesía a cualquier puerto español es inviable."Pueden autolesionarse para ser evacuados, pueden saltar, pueden suicidarse... amenazan con todo y se pueden amotinar también", alerta Camps.

Mientras, el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, continúa su cruzada contra la ONG española, a la que se refiere como "el caso del barco español con enfermos falsos y menores falsos que se está preparando para ir hacia España".

El Open Arms no puede ir a Italia, pero otros sí. En las últimas 48 horas han llegado a Lampedusa 110 migrantes en tres embarcaciones.

El ministro de transportes italiano, Danilo Toninelli, acusa a la ONG de mala fe y ofrece que sus guardacostas trasladen a los migrantes a España, pero a cambio de que nuestro país le retire la bandera al Open Arms para que no pueda navegar.

El pasado domingo, al menos cuatro migrantes a bordo de la embarcación Open Arms también se han lanzaban al agua para alcanzar Lampedusa. En las siguientes imágenes imágenes se aprecia cómo algunos socorristas se acercan a nado a los migrantes que se dirigen hacia tierra firme con la intención de "pararlos", según Camps.