La necesidad de transparencia para abordar los casos de abusos por parte del clero resonó con fuerza en la cumbre vaticana sobre protección de menores organizada por el papa y en la que surgió la propuesta de eliminar el secreto pontificio, una de las medidas que piden urgentemente las víctimas.

Dirigiéndose a los 190 líderes de la Iglesia, entre ellos 114 representantes de las Conferencias Episcopales, el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, el cardenal Reinhard Marx, indicó que "cualquier objeción basada en el secreto pontificio sería relevante solo si es posible indicar razones convincentes" pero que "tal y como están las cosas, no conozco estas razones".

"En la era de las redes sociales, donde es posible que todos y cada uno establezcan contacto casi inmediatamente e intercambien información a través de Facebook, Twitter... es necesario redefinir la confidencialidad y el secreto, y hacer una distinción con respecto a la protección de los datos", agregó.

Pero además Marx reveló que, según los informes realizados para el episcopado alemán sobre los abusos, se ha comprobado que "los expedientes que deberían haber documentado los hechos terribles y los nombres de los responsables fueron destruidos o ni siquiera se crearon".

La eliminación del secreto pontifico, que las víctimas de abusos por parte del clero han pedido en numerosas ocasiones al considerar que protege a los agresores, es una de las propuestas que más se ha oído en la reunión.