El opositor ruso Alexéi Navalni, ha muerto este viernes en la prisión siberiana en la que se encontraba desde diciembre pasado, según informaron los servicios penitenciarios de Rusia. Sin embargo, fue ayer cuando se captó la última imagen del opositor ruso.

En ella, se mostraba ante el juez sonriente y aparentemente bien desde la prisión siberiana en la que estaba encarcelado. Sin embargo, este viernes se ha sabido la noticia de su muerte. Según la versión oficial rusa, Navalni había enfermado y, durante un paseo, se habría desplomado y habría perdido el conocimiento.

Su mujer, Yulia Navalnaya, se encontraba en una conferencia de seguridad en Múnich cuando ha recibido la noticia, que no podía creer. Navalnaya ha declarado ante los medios que, de confirmarse la noticia, está claro quién ha sido: "Si es cierto, quiero que Putin, sus amigos, su gobierno y todos los que le rodean sepan que serán los responsables de lo que le hicieron a nuestro país, a mi familia y mi marido; y ese día llegará muy pronto".

El último destino de Alexéi Navalni fue el destierro a un gulag soviético, en plena Siberia rusa, a principios de diciembre. En un régimen de aislamiento, Navalni compartía paredes con asesinos en serie a temperaturas de hasta 30 grados bajo cero, algo que suponía una piedra menos en el zapato de Putin.