Ucrania vive un nuevo día de resistencia, y ya son 24, frente a la invasión de Rusia en el país. El ministro de Defensa ucraniano, Oleksi Reznikov, ha asegurado que han perdido "temporalmente" el acceso al mar de Azov, que les conecta con el Mar Negro, mientras que desde Reino Unido defienden que el avance ruso ha sido "mínimo" a lo largo de esta semana.
En la noche de este viernes, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha hecho un nuevo llamamiento a las negociaciones con Rusia, pidiendo a Putin que detenga su invasión. "Quiero que todo el mundo me escuche ahora, especialmente en Moscú. Ha llegado el momento de una reunión, es tiempo de hablar. De lo contrario, las pérdidas para Rusia serán tan grandes que tardará varias generaciones en recuperarse", ha defendido Zelenski.
Pese a estos lentos avances, el jefe de la administración militar regional de Lugansk, Sergii Haidai, ha trasladado que, debido a los bombardeos rusos en Severodonetsk y Rubizhne, al menos cuatro personas han muerto y diez han resultado heridas. "Los rusos continúan matando civiles en la región", denuncia Haidai.
La ONU, por su parte, notifica 816 víctimas civiles confirmadas, mientras que Kiev asegura que 222 personas han muerto en la capital, de los cuales 60 serían civiles y cuatro, niños. Añaden, además, que esta guerra está llevando a una "hambruna colateral" en varias partes del mundo debido a la rotura de las cadenas de alimentación que ha supuesto el conflicto.
Desde Estados Unidos, Joe Biden insistió a Xi Jinping en las "consecuencias" que tendría para China el mandar apoyo militar a Rusia, con ambas partes pidiendo una solución para una guerra que entra en su cuarta semana. Desde el lado ruso, afirman haber destruido un almacén subterráneo de misiles mediante el uso de misiles hipersónicos.