La inteligencia británica cree que las armas que pueda tener Ucrania determinarán el fin de la guerra. Sin embargo, el arsenal del que dispone el país es cada vez más limitado y su presidente, Volodímir Zelenski, insiste en pedir a sus socios europeos más armamento pesado y de última generación.

"Se lo repetimos a nuestros socios de nuevo. Ucrania necesita sistemas antimisiles modernos", clama frustrado Zelenski. Los almacenes ucranianos necesitan obuses de gran calibre, misiles de largo alcance y drones kamikaze para poder seguir haciendo frente a la guerra de desgaste.

A diferencia de Kiev, Rusia no tiene problemas de escasez armamentística: ellos son sus propios productores y cuentan con fábricas que los abastecen de munición sin problemas ni retrasos. Según la inteligencia británica, la cuestión del armamento podría precipitar el fin de la guerra en verano.

Para igualarse a Rusia, Zelenski ha elaborado un listado del arsenal que necesitan con urgencia: cerca de 5.000 piezas de armamento pesado para hacer retroceder a las tropas del ruso Vladímir Putin. Ucrania va a aprovechar la visita del presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro de Italia, Mario Draghi; y el canciller de Alemania, Olaf Scholz; para exigir a Occidente que no se ralentice el suministro de armas.

También será crucial la cumbre de la OTAN de Madrid, que tendrá lugar a final de mes, donde se concretará una nueva partida de armas para Ucrania.