Las tropas rusas han comenzado el asalto final a la acería Azovstal de Mariúpol, han informado este martes tanto el Regimiento Azov, que defiende la instalación siderúrgica, como fuentes de la policía ucraniana. "Durante toda la noche nos bombardearon desde el aire, murieron dos civiles, mujeres, y ahora se está produciendo el asalto a 'Azovstal'", afirmó el subcomandante del Regimiento Azov, Svyatoslav Palamar ("Kalina") al diario "Ukrainska Pravda".

El jefe de la policía de patrulla en Mariúpol, Mijailo Vershinin, ha asegurado por su parte que cuando los autobuses se marcharon con los evacuados, los rusos "comenzaron a atacar de día y de noche, ahora iniciaron el asalto a la planta por varios lugares. Mantenemos la defensa y combatimos".

Mientras tanto, la evacuación de Mariúpol ha continuado este martes. El presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, ha afirmado que espera que funcionen los corredores humanitarios de Berdiansk, Tokmak y Vasylivka, al oeste de dicha ciudad. En un discurso publicado esta madrugada, el presidente Zelenski ha señalado que Kiev seguía "haciendo todo lo posible para salvar" a los civiles de Mariupol y que "la operación de evacuación continúa".

La operación para evacuar a ciudadanos de Mariúpol, ciudad portuaria en el Mar de Azov, que está siendo coordinada por las Naciones Unidas y la Cruz Roja Internacional, se sigue llevando a cabo pero con muchas dificultades y sobre su continuidad planea la incertidumbre. El primer grupo de evacuados, que salió el domingo de la ciudad sitiada en dirección a Zaporiyia, algo más de 200 kilómetros al norte, todavía no ha llegado a su destino, por lo complicado que es pasar por una zona del frente donde se producen combates.

Los primeros evacuados llegan a Zaporiyia

La viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, ha anunciado el éxito de la "primera parte" de la operación para rescatar de la acería de Azovstal a un convoy con cerca de 150 mujeres, ancianos y niños que ya han llegado a Zaporiyia.

Vereshchuk ha denunciado sin embargo que no se ha podido completar el desalojo de la fábrica de acero ante el bombardeo de los rusos. "No han dejado salir hacia los autobuses a muchos civiles", ha lamentado la viceprimera ministra, quien ha denunciado que aún quedan dentro de la acería civiles y heridos.

Según ha denunciado, Rusia quiere cambiar a civiles por soldados, un intercambio que Ucrania, según aseguró, no va a consentir. No obstante, Vereshchuk dijo que "la primera parte de la operación fue exitosa" gracias al acuerdo entre Ucrania, Naciones Unidas y la Cruz Roja. "Esta gente está viva, vendrán enseguida y estarán entre nosotros", explicó. Ucrania, según dijo, tiene un plan para "cambiar el foco" y continuar la evacuación en la ciudad portuaria de Mariúpol, donde "aún quedan miles de personas esperando a una evacuación", que, recordó, no tienen agua ni luz ni conexión a internet. "Están esperando a un corredor humanitario", explicó. "Nos gustaría rescatar a todo aquél que quiera salir de Mariúpol, que quiera ser libre y venir aquí", dijo la viceprimera ministra.

Técnicos municipales, médicos y organizaciones humanitarias se han coordinado en Zaporiyia para recibir al convoy de los primeros evacuados, alrededor de un centenar, que, tras permanecer atrincherados en la acería de Azovstal, conseguían el domingo abandonar su escondite gracias a una operación auspiciada por la ONU y la Cruz Roja. Según el ayuntamiento de la ciudad, la evacuación de más habitantes continuó este lunes "pese a las dificultades", aunque en realidad la salida de autobuses por otras vías de evacuación se fue retrasando.

Tal y como indicó el ayuntamiento, a primera hora de la mañana, además de hacia Zaporiyia se habían acordado dos emplazamientos adicionales para que fueran trasladadas personas en las columnas de evacuación que saldrán de Mariúpol. Pero está siendo realmente complicado. Las autoridades ucranianas ya han culpado a Rusia de un nuevo fracaso en las labores de evacuación después de que estallaran nuevos combates alrededor de la planta siderúrgica de Azovstal.

Rusia ha asegurado que más de un centenar de personas han sido evacuadas de Mariúpol desde el sábado

"Los invasores rusos no nos han dado la oportunidad de sacar a la gente de Azovstal", ha denunciado en la televisión ucraniana el gobernador de Donetsk, Pavlo Kirilenko, quien ha precisado que al menos 56 personas pudieron ser evacuadas a territorio controlado por Kiev antes de que empeorara de nuevo la situación. La planta de Azovstal es uno de los últimos reductos de la ciudad de Mariúpol que le quedan por conquistar a Rusia, en su intento por tomar el control total del este y sureste de Ucrania y poder formar así un corredor que una las regiones de Donbás y la península de Crimea, limitando a su vez la salida al mar de Kiev.

Los últimos defensores de la ciudad se han atrincherado en Azovstal junto a unos 200 civiles, entre los que hay una veintena de menores de edad. No está claro el número exacto de personas que hay en los búnkeres. La Guardia Nacional de Ucrania ha cifrado en 500 los combatientes ucranianos heridos que siguen allí. Por su parte, Rusia ha asegurado que más de un centenar de personas han sido evacuadas desde el sábado. Más de la mitad de las personas que han podido salir han optado por ser trasladados a territorio controlado por el Gobierno ucraniano, ha informado el Kremlin, quien ha insistido en que la seguridad de todas estas personas estaba garantizada.

"Los 69 civiles que han decidido ser evacuados a áreas controladas por Kiev han quedado en manos de la ONU y Cruz Roja y se dirigen ahora a Zaporiyia en un convoy", ha explicado el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado. Mientras tanto, este lunes han continuado los combates, que han dejado al menos cuatro civiles muertos y una quincena de heridos en las regiones de Járkov y Donetsk. Uno de los puentes del río Dniéster ha sido alcanzado cerca de Odesa, donde otro de los proyectiles de las fuerzas rusas ha impactado en una iglesia.

Zelenski reclama bloquear los ingresos energéticos de Rusia

En ese mismo discurso, Zelenski también ha señalado si la Unión Europea adoptara nuevas sanciones energéticas contra Rusia se evitaría que ese país utilizara mil millones diarios procedentes de la venta de combustible para la guerra en Ucrania. El mandatario ha advertido de que se está "trabajando en nuevas sanciones contra Rusia" y que esperaba "un nuevo paquete de la Unión Europea en un futuro próximo". "Este paquete debe incluir pasos claros para bloquear los ingresos energéticos de Rusia. Creemos mucho en esto. Que al estado terrorista no se le den mil millones de euros diarios por combustible", dijo Zelenski en su alocución.

La Unión Europea intenta resolver las últimas reticencias para sancionar el petróleo ruso como represalia a los cortes en el suministro de gas a Polonia y Bulgaria, después de que estos dos países se negaran a pagar sus compras en rublos. En una reunión extraordinaria de ministros de Energía que se celebró este domingo, los gobiernos de Alemania y de Austria, hasta ahora reacios, expresaron su disponibilidad a adoptar un nuevo paquete de sanciones que incluya la compra de crudo procedente de Moscú, dejando a Hungría como único país que todavía lo rechaza.

"Ya tenemos el carbón, ahora es el momento del petróleo y el siguiente paso es el gas. La mejor opción es que vayan juntos", enfatizó la ministra polaca de Clima y Medioambiente, Anna Moskwa. El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, el español Josep Borrell, se mostró este lunes optimista de que se apruebe el sexto paquete de sanciones a Rusia, que incluye a más bancos rusos fuera del sistema SWIFT y afectaría a las importaciones de petróleo ruso.