Las autoridades de Ucraniaalertan de las consecuencias de la destrucción de la presa de Nova Kajovka, un desastre que amenaza con provocar brotes de enfermedades como el cólera o el ántrax.

El Ministerio de Salud advertía el jueves de que es posible que se registren casos de enfermedades infecciosas, incluido el cólera, en la región de Jersón tras las inundaciones causadas por la voladura de la presa. "No descartamos que se presenten casos puntuales de cólera", alertaba el viceministro de Salud, Igor Kuzin, que indicó que "se ha fortalecido el control correspondiente y se ha hecho todo lo posible para que no ocurran estos casos". "El sistema de salud está listo para responder", aseguró.

Su advertencia se sumaba así a la manifestada, también el jueves, por la técnico oficial del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Teresa Zakaria, que advirtió de que existe riesgo de cólera en las zonas afectadas por las inundaciones. "No hemos visto ningún caso de cólera en humanos desde el inicio de la invasión de Ucrania. Dicho esto, las muestras ambientales muestran que el patógeno existe", alertaba Zakaria, que añadió que "esto constituye un riesgo".

Por su parte, el presidente Volodímir Zelenski ha advertido de la inundación de "al menos dos" terrenos en los que había enterrados animales infectados con ántrax, una enfermedad infecciosa y letal que afecta a las aves y los mamíferos, especialmente al ganado. La emergencia de los restos de animales enterrados con ántrax son una de las formas que pueden producir los brotes de esta enfermedad, según los expertos.

El ántrax puede ser contraído por los humanos, pero no se transmite de una persona a otra. Los dos cementerios de animales con ántrax inundados se encuentran, según el presidente, en la parte ocupada por Rusia de la provincia de Jersón, ribereña del río Dniéper y la más afectada por la catástrofe. Kyiv ha advertido de la falta de reacción para mitigar el desastre de las autoridades rusas en la orilla del río que controlan.

Zelenski habla de "ecocidio"

Zelenski también ha explicado que debido a la destrucción de la presa depósitos de combustible, almacenes de sustancias químicas y fertilizantes han quedado inundados. Parte de los productos que almacenaban han acabado vertiéndose en el río o depositándose en los vastos terrenos y bosques anegados a ambas orillas del río. "La polución y el veneno del área inundada van rápidamente a las aguas subterráneas, envenenan los ríos y de ahí entran en la cuenca del Mar Negro", ha alertado el mandatario ucraniano.

En su balance de daños, Zelenski también ha señalado que en el "ecocidio" se habrían anegado 50.000 hectáreas de bosque de las que "al menos la mitad morirán". "Decenas de miles de pájaros y al menos 20.000 animales salvajes están en riesgo de muerte", ha añadido el presidente ucraniano, que ha acusado a Moscú de convertir la central hidroeléctrica de Nova Kajovka en "una gran tumba para millones de seres vivos".

Kyiv acusa a Moscú, que niega la autoría

Durante la madrugada del martes, el Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó de la destrucción de esta infraestructura por parte de Rusia e indicó que estaban investigando la magnitud del daño, así como la velocidad y la cantidad de agua que afectaría a las zonas probables de inundación.

Zelenski acusó a los "terroristas rusos" de la destrucciónde la presa, lo cual ha sido rechazado por el Kremlin, que sostiene que el ataque fue un "claro" y "deliberado" acto de sabotaje planeado y ejecutado por Kyiv.

Según el balance ofrecido este viernes por el Gobierno ucraniano, al menos cuatro personas han muerto y 13 siguen desaparecidas como consecuencia de las inundaciones, que han obligado a evacuar a 2.412 personas en la zona de Jersón controlada por Kyiv.