Recep Tayyip Erdogan, por Turquía, se reunirá con sus homólogos de Irán, Hasan Rohaní, y Rusia, Vladímir Putin, para continuar con el llamado proceso de Astaná, en que los tres países están implicados para lograr una solución negociada al conflicto en Siria.

El presidente turco propuso el pasado julio que esos tres países, además de Alemania y Francia, celebraran el 7 de septiembre una cumbre en Estambul. La presidencia turca no ha dado detalles sobre ese cambio de planes y sólo ha confirmado la cumbre tripartita en Teherán.

Uno de los asuntos que se tratarán en la capital iraní es la anunciada ofensiva del régimen sirio, apoyado por Rusia, contra la provincia de Idleb, uno de los últimos baluartes de la oposición armada al presidente Bashar al-Ásad.

Moscú y Teherán respaldan a al-Ásad, mientras que Ankara apoya a algunos grupos alzados contra el régimen. Los ministros de Exteriores ruso y turco se han reunido en dos ocasiones este mes para tratar la situación en Idleb.

Aunque Turquía reconoce que hay que acabar con los grupos "radicales", también ha advertido de que es imprescindible diferenciar entre la población civil y los combatientes para evitar una "catástrofe humanitaria". Rusia, por su parte, reivindica el derecho del Ejército sirio a acabar con los "terroristas", en alusión al grupo armado Frente al Nusra, entre otros.