Según el ministro turco de Interior de Turquía, Efkan Ala, hasta diciembre de 2013 los servicios secretos dependientes de su Ministerio habían estado infiltrados por la "Organización Terrorista Fethullah Gülen (FETÖ)", nombre que el Gobierno usa para la cofradía. Entonces, estalló la lucha de poder entre la cofradía de Gülen (exiliado en EEUU) y las autoridades, que hasta entonces eran aliados.
"De 7.000 empleados, 6.500 eran miembros de la FETÖ, pero lo limpiamos todo", ha dicho en una entrevista con la cadena NTV. El servicio de espionaje de la Gendarmería, un cuerpo de estructura militar pero dependiente de Interior, "se reconstruirá entero".
El servicio secreto principal, conocido por las siglas MIT, también "sufre en estos momentos deficiencias tanto estructurales como funcionales". En el futuro, el grueso del MIT se dedicará al espionaje exterior, pero se debate aún qué papel tendrá en el interior.
El ministro ha ilustrado la penetración de la cofradía en la Administración al señalar que de los jefes de policía de las 81 provincias de Turquía, 74 se habían tenido que cambiar por vínculos gülenistas.
Desde el fallido golpe, unas 40.000 personas han sido detenidas, de las que unas 20.000 han pasado a prisión preventiva, mientras que 80.000 funcionarios o docentes han sido suspendidos o expulsados del trabajo. Hoy mismo, la Fiscalía de Estambul emitió una orden de detención contra 145 personas por supuestos lazos con la cofradía, entre ellos 62 académicos o empleados universitarios.