Recep Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, amenaza a Bruselas con "abrir las puertas" y enviar a 3,6 millones de refugiados hacia Europa si critican su ofensiva en el norte de Siria, que tiene como objetivo a una milicia kurda. También ha cargado contra el resto de países que han criticado la intervención militar.

A los países miembros de la OTAN, de la que Turquía es miembro, les ha pedido que apoyen la ofensiva: "No aceptamos que elijan a una organización terrorista antes que a Turquía".

Por su parte, la Unión Europea ha defendido el pacto migratorio con Ankara mientras exige el cese de las operaciones militares que dejan ya una decena de muertos. Teme, además, porque la ofensiva ponga en riesgo los avances contra el Daesh en la zona.

Las ONG avisan del alto riesgo de una nueva crisis humanitaria. En las últimas 24 horas más de 60.000 civiles kurdos han tenido que huir.