El primer ministro griego, Alexis Tsipras, anunció elecciones anticipadas ante el descalabro sufrido por su partido Syriza en los comicios europeos, los primeros que se celebraban tras la salida del rescate.

Ante la clara victoria de la conservadora Nueva Democracia, que ganó con nueve puntos de ventaja sobre Syriza, y en una jornada en la que también se celebraban comicios locales y regionales, con descalabros similares, Tsipras optó por no disimular la gravedad de lo ocurrido a su partido y no esperó hasta el final regular de la legislatura en otoño.

"En cuanto se haya celebrado la segunda vuelta de los comicios regionales locales y regionales (el próximo domingo), pediré al presidente que convoque inmediatamente elecciones", anunció Tsipras tras conocerse los resultados, que daban a Syriza el 24 % de los votos frente al 33% obtenido por Nueva Democracia.

Tsipras había convertido estos comicios en una moción de confianza sobre su plan de alivio social, y la respuesta fue negativa.

"Queremos que la gente decida si quiere continuar el plan destinado a apoyar a una mayoría o si quiere regresar a la oscuridad de la austeridad", añadió Tsipras quien recogió así el guante que le había arrojado previamente el vencedor de los comicios, el líder de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis.

"Los resultados de las elecciones indican que las personas han retirado su confianza al Gobierno. El tiempo hasta el fin formal de la legislatura parece pequeño, pero en este tiempo (Tsipras) puede dañar aún más al país. Grecia necesita un nuevo Gobierno. El primer ministro debe renunciar por el bien del país. Esta es la única solución clara.", dijo Mitsotakis.

Los resultados demuestran que las medidas sociales anunciadas por el Gobierno hace pocas semanas -bajada del IVA y restauración de la decimotercera paga de los jubilados- no ha calado como hubiera querido Tsipras.