Guerra comercial
Trump y Xi retoman el diálogo: más de una hora al teléfono para apaciguar la guerra arancelaria
El contexto Desde que Donald Trump presentase sus nuevos aranceles para medio mundo, pero especialmente para China, ambos mandatarios habían iniciado una guerra comercial. "Tenemos un acuerdo con China y queremos asegurarnos de que todos lo entienden", ha dicho Trump.

Resumen IA supervisado
Este jueves se produjo una llamada crucial entre Donald Trump y Xi Jinping, que podría marcar un punto de inflexión en la guerra comercial y arancelaria internacional. Durante más de una hora, ambos líderes discutieron principalmente sobre los aranceles, un tema central de las tensiones actuales. Trump calificó la conversación como "muy positiva" y destacó la invitación de Xi Jinping para visitar China, a la que respondió invitando al líder chino a Estados Unidos. Este diálogo es significativo, ya que es la primera vez que ambas potencias intentan reducir el conflicto arancelario, tras un acuerdo de rebaja mutua de aranceles en mayo. Sin embargo, las tensiones persisten, con Pekín acusando a Washington de incumplir el acuerdo mediante medidas restrictivas adicionales.
* Resumen supervisado por periodistas.
Este jueves hemos asistido a una llamada que podría suponer un punto de inflexión dentro de la guerra comercial y arancelaria internacional que estamos viviendo. Todo, comenzado por Donald Trump. Pues bien, el presidente de Estados Unidos habría solicitado hablar por teléfono con su homólogo Chino, Xi Jinping, y este habría aceptado. Tanto, que ambos mandatarios han estado pegados a sus teléfonos durante más de una hora.
Según ha trascendido, la conversación habría estado protagonizada, casi en su totalidad, por unos de los grandes protagonistas del momento: los aranceles. La guerra comercial que provocaron. Las tensas relaciones comerciales han dominado la conversación, aunque Trump ha anunciado que han acordado que EEUU y China sigan negociando.
Pero también sabemos lo que ha contado el propio Trump, que ha calificado su reunión con Xi Jinping como "muy positiva". Es más, ha explicado que el presidente de China le ha invitado personalmente a visitar el país asiático. Como respuesta, Trump ha tirado de simpatía y le ha devuelto la oferta al invitarle a viajar hasta EEUU.
Por su parte, el presidente Xi le ha pedido a Trump eliminar "todo tipo de perturbaciones" para volver a la "senda correcta". Para ello, entiende que ambos países tienen que trabajar para borrar cualquier injerencia, incluyendo "sabotajes". Xi ha asegurado que, en todo este proceso de negociación, el país asiático está siendo "sincero" y que el diálogo y la cooperación son "la única opción correcta".
Para China, es importante resaltar que fue Trump quien solicitó la llamada y mantienen que es el momento de "aprovechar al máximo" el mecanismo de diálogo económico y comercial. Una ruta que se estableció el mes pasado en Ginebra y que defendía que pide que se "tratarse con igualdad, respetar las preocupaciones de la otra parte y buscar resultados beneficiosos para ambos". En ese sentido, Xi calificó de "paso importante" el acuerdo bilateral de pausas arancelarias alcanzado en Ginebra y que había servido para aliviar las tensiones comerciales entre ambas potencias. "Fue un paso importante y bienvenido por todos los sectores de los dos países y por la comunidad internacional. Además, probó que el diálogo y la cooperación son la manera correcta", aseveró.
"Estados Unidos debe reconocer los progresos realizados y dejar de tomar medidas negativas contra China", afirmó
Guerra de aranceles tras el Día de la Liberación
Recordamos que se trata de una reunión importante, pues es la primera vez que EEUU y China se sientan a dialogar para intentar bajar el nivel del conflicto arancelario. Por ello, han hablado "casi exclusivamente" de esta guerra comercial. Pero también hay que subrayar que el encuentro se ha producido después de que ambos países pactaran una rebaja mutua de aranceles en el mes de mayo, que no ha evitado las tensiones en los últimos días.
Sería la primera desde que el republicano anunciara el Día de la Liberación. Ambas potencias habían pactado una tregua arancelaria de 90 días por la que Estados Unidos (EEUU) se comprometía a rebajar sus gravámenes del 145% al 30%, y China del 125% al 10% en un intento de abrir la puerta a un acuerdo comercial más amplio. Sin embargo, en los últimos días, Pekín ha acusado a Washington de no cumplir el acuerdo alcanzado por poner en marcha medidas de "supresión extrema" como controles a la exportación de chips y la cancelación de visados a estudiantes chinos.
La complejidad de los productos de tierras raras
Pero los aranceles no son el único tema que enfrenta a EEUU y China. En la llamada que les ha unido este jueves, también ha habido tiempo para hablar de la disputa por los minerales de tierras raras.
Sin embargo, Trump afirmó en redes sociales que las conversaciones, centradas principalmente en el comercio, condujeron a una "conclusión muy positiva", anunciando nuevas conversaciones de menor nivel entre Estados Unidos y China, y que "ya no debería haber dudas sobre la complejidad de los productos de tierras raras". Posteriormente, declaró a la prensa: "Tenemos una excelente relación con China y el acuerdo comercial".
La esperada llamada se produjo en medio de una disputa entre Washington y Pekín en las últimas semanas sobre los minerales de "tierras raras", que amenazaba con romper una frágil tregua en la guerra comercial entre las dos mayores economías. Las declaraciones de ninguno de los dos países dejaban claro si el asunto se había resuelto.