"No culpable". Así se ha declarado Donald Trump de los cuatro cargos cargos criminales que se le imputan por sus esfuerzos para revertir el resultado electoral de 2020, que la jueza Moxila Upadhyaya le ha leído este jueves en una corte federal de Washington: conspiración para defraudar a Estados Unidos, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción e intento de obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración contra derechos. Juntos, ha recordado la magistrada, suman hasta 55 años de prisión.

El expresidente estadounidense, no obstante, se mostraba confiado y tranquilo al bajar del avión privado en el que se ha desplazado hasta la capital del país norteamericano, antes de viajar en coche hasta el juzgado E. Barrett Prettyman junto a varios de sus asesores de campaña. Una vez allí, ha pasado a disposición judicial.

En la sala estaba presente el fiscal especial Jack Smith, que ha encabezado la investigación contra él, así como los abogados de Trump, Todd Blanche y John Lauro, y tres de los agentes que defendieron el Capitolio durante el asalto del 6 de enero de 2021. Fuera de la corte, se concentraban simpatizantes y detractores de Trump ante la vigilancia de un fuerte dispositivo policial. Ahora, la próxima audiencia está prevista para el 28 de agosto.

Trump: "Es un día muy triste para América"

Posteriormente, Trump ha ofrecido declaraciones a los medios desde el aeropuerto Ronald Reagan, antes de volver a subir al avión de regreso a Nueva Jersey: "Este es un día muy triste para América", ha aseverado el expresidente, que ha insistido en que está siendo víctima de una "persecución a un rival político". "Se supone que esto nunca tendría que haber pasado en EEUU", ha lamentado.

Horas antes de su comparecencia, el exmandatario sacaba pecho a través de su red social, donde ha repetido que le robaron las elecciones. "Voy a Washington D.C. para ser arrestado por haber impugnado una elección corrupta, manipulada y robada. Es un gran honor, porque estoy siendo arrestado por vosotros. ¡Hagamos América grande de nuevo! ¡Necesito una imputación más para asegurar mi elección", escribió.

En otra publicación, Trump fiel a su estilo, tachaba el caso contra él de falso y al fiscal Smith de "trastornado", a la vez que aseguraba que será "imposible obtener un juicio justo en Washington", donde, según él, más del 95% de la población es anti-Trump. Además, acababa asegurando la acusación contra él es "una interferencia electoral", en alusión a las elecciones presidenciales de 2024.

Su regreso a Washington, en todo caso, ha creado una enorme expectación en la capital estadounidense, donde medios de todo el mundo hacían guardia desde que se conoció la acusación contra Trump. Además, su comparecencia ha obligado a desplegar un importante dispositivo en torno al tribunal, situado a menos de un kilómetro del Capitolio y de la Casa Blanca.

La tercera y más grave acusación contra Trump

Esta es la tercera imputación a la que se enfrenta el expresidente estadounidense, pero a la vez la más importante. Y es que se trata de "la violación de las bases de la democracia", ya que se le acusa de un intento de "evitar el recuento de votos que certificaban su derrota en las elecciones contra Biden", algo "gravísimo", según destacaba este jueves en Al Rojo Vivo Blas Moreno, codirector de 'El Orden Mundial'.

Los cuatro cargos que le señalan por su implicación en el asalto al Capitolio indican que el exmandatario republicano no lo tiene nada fácil, pero ni una situación tan complicada como esta es capaz de tumbarle en las encuestas: de hecho, según Moreno, "en vez de que esto le perjudique, le está reforzando" y "legalmente en Estados Unidos no hay ningún impedimento que evite que alguien imputado o condenado se presente a las elecciones y las gane".

El magnate fue imputado el martes por cuatro cargos relacionados con conspirar para impedir que el Congreso certifique los resultados de unas elecciones y conspirar contra el derecho al voto, así como para certificar las papeletas en las urnas, entre otros. Los fiscales defienden que Trump manipuló a los manifestantes al hacerles creer que el entonces vicepresidente Mike Pence podía cambiar los resultados, lo acabaría desembocando en el asalto a las instituciones democráticas del país.

Este le acusa ya sin rodeos: "El presidente nos pidió específicamente a mí y a sus abogados chiflados que, literalmente, rechazáramos votos, lo que habría causado que el problema se transfiriera a la Cámara de Representantes", ha aseverado el político republicano. En cambio, el exabogado de Trump, Rudy Giuliani, cierra filas con Trump y carga contra el fiscal especial Smith, asegurando que su "legado" será "violar el derecho a la libertad de expresión de los ciudadanos estadounidenses.

Trump se convirtió en el primer presidente de la historia de EEUU en enfrentar cargos criminales en marzo, al ser imputado por el presunto pago de unsoborno a la actriz porno Stormy Daniels. Además, se enfrenta a 39 cargos por el caso de los documentos clasificados encontrados en su mansión de Mar-a-Lago.