El presidente de EEUU, Donald Trump, afirma que su país "se ha impuesto" en la batalla contra el coronavirus y que la cifra de afectados está bajando, pese a que las muertes acaban de superar las 80.000 y los contagios los 1,3 millones.

En rueda de prensa, Trump aseguró que su país ha "salvado cientos de miles de vidas" en la lucha contra el COVID-19. "Estados Unidos ha aceptado la tarea, hemos estado a la altura del momento y nos hemos impuesto", apuntó el presidente.

Esa afirmación suscitó comparaciones en Twitter con la de "misión cumplida" que proclamó en mayo de 2003 el entonces presidente, George W. Bush, en referencia a la invasión de Irak, a pesar de que la guerra aún duraría muchos años más. Preguntado después al respecto, Trump aseguró que se refería a la aceleración en la producción y distribución de pruebas contra el coronavirus, aunque hizo esa afirmación en un contexto que no tenía que ver con los test y sí con los esfuerzos de EEUU para salvar vidas.

La declaración de Trump llegó poco después de que Estados Unidos superara la barrera de las 80.000 muertes a causa de la COVID-19, según el recuento de la Universidad Johns Hopkins.

Además, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud de la Universidad de Washington, en cuyas proyecciones se ha fijado mucho la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos habrá superado las 137.000 muertes a principios de agosto. Consultado sobre esa proyección, Trump opinó que "muchos de esos modelos están equivocados", y en la misma rueda de prensa subrayó que "los números están bajando mucho en todo el país", algo que no concuerda con los datos.

El mandatario insistió varias veces en que "si alguien quiere hacerse un test podrá hacérselo" en EEUU, a pesar de que el número de pruebas realizadas hasta ahora apenas cubre al 3% de la población y de que solo se están haciendo a aquellos que muestran síntomas o los que han estado en contacto con ellos.