Trump llega a Florida para su descanso de fin de semana en su resort de Palm Beach. Pero su comentario sobre los "países de mierda" le persigue.

La mayoría de los trabajadores de su hotel son, precisamente, de Haití. No es de extrañar, de hecho, la mayoría de los haitianos que residen en EEUU viven en Florida. Allí se han manifestado contra los insultos de Trump a su país.

Quejas también desde El Salvador, otro de los países que Trump habría clasificado como "una mierda". "Hemos dirigido una nota de protesta al Gobierno de EEUU", ha señalado Salvador Sánchez Cerén, presidente de El Salvador.

Su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, muestra su apoyo a los insultados y considera que Trump queda retratado con sus palabras. "Son expresiones supremacistas raciales, fascistas...".

A Trump le llueven las críticas también en casa, tanto de los demócratas como de sus propias filas. Sin embargo, sus seguidores le siguen apoyando. "¿Es mejor para Estados Unidos traer a gente empobrecida y sin aptitudes?", apuntan.

Ellos, como Trump, preferirían inmigrantes noruegos. Por ello la televisión de Noruega ha salido a la calle para buscar candidatos con escaso éxito.