En plena campaña electoral para las primarias,Donald Trumpha aprovechado un acto en Carolina del Sur para entrar en una armería. Para sorpresa del expresidente, allí tenían una edición de una pistola Glock hecha a su imagen y semejanza: con su cara en la empuñadura, una inscripción con su nombre y el número 45, que es el que corresponde a su mandato en la Casa Blanca.

No le falta detalle, así que nada más verla el expresidente no pudo disimular su entusiasmo y preguntó si se vendían bien. Cuando el vendedor le confirma que son un éxito, él llega a bromear con un: "Les gusto".

Pero no se quedó ahí, porque Trump expresó hasta en dos ocasiones que "quería comprar una". Y aquí surge toda la polémica.

Su portavoz de campaña confirmó que la compró a través de un tuit que luego borró. Y no fue el único de su entorno, ya que la congresista republicana Marjorie Taylor y fiel trumpista, que además le acompañó durante la visita a la tienda, corroboró que la compra se había efectuado. Lo dijo en pleno directo en televisión cuando el periodista Brian Glenn le preguntó: "¿Podemos confirmar que el presidente Trump compró ese arma?", y ella respondió: "Sí, tengo aquí una foto de él". Foto que mostró a cámara.

Horas después, el entorno de Trump se apresuraba a eliminar esas confirmaciones de compra y culpaban a la prensa de mentir.

Detrás del desmentido hay una polémica legal. El expresidente estáacusado de decenas de delitos graves que le impiden comprar armas y tampoco la tienda puede vendérselas. Precisamente, la posesión ilegal de armas ha sido una de las banderas de Trump para atacar al hijo de Joe Biden.