En una entrevista con la televisión británica ITV emitida este domingo, Trump argumentó contra el cambio climático que "hay enfriamiento y hay calentamiento". "Las masas de hielo iban a derretirse, deberían haber desaparecido ya, pero están batiendo récords".

Trump ha utilizado el término "ice cap", una expresión que puede referirse también a las enormes placas de hielo de las zonas polares, pero que también es un tecnicismo para referirse a las masas de hielo sobre tierra que terminan en glaciares.

"Los glaciares y las masas de hielo se están derritiendo a nivel global a una velocidad brutal", ha afirmado el director del Servicio Mundial de Observación de los Glaciares, Michael Zemp. El organimismo de Zemp supervisa la evolución de cientos de glaciares de todo el mundo.

La afirmación de Trump de que los glaciares y las masas de hielo están creciendo "sencillamente es falsa". "O puede que se estuviera refiriendo a otro planeta", ha argumentado Zemp. Sin embargo, un profesor de Observación de la Tierra de la Universidad de Leeds, Andrew Shepherd, ha apuntado que "a pesar de lo que pueda parecer a primera vista, (Trump) ha elegido cuidadosamente sus palabras".

"Ha dicho 'batiendo récords' sin mencionar ningún momento anterior concreto, así que no queda claro a qué años se refiere", ha explicado. Hace unos años hubo científicos que pronosticaron que para 2015 el hielo del Artico podría haber desaparecido. Sin embargo, el hielo que flota en torno a la Antártida alcanzó una cifra récord en 2014, según datos de satélite, lo que aparentemente contradice el calentamiento global.

"Hay varias causas que explicarían ese crecimiento que no cuestionan el calentamiento climático", ha asegurado un miembro del Instituto Polar Noruego, Jack Kohler. En concreto, algunos estudios apuntan a que los cambios en las corrientes de aire causados por el cambio climático podrían estar empujando las placas de hielo cada vez a mayores distancias de la masa principal Artica.

En la Antártida, en cambio, ha concluido un periodo de expansión del hielo marino de forma repentina y ha marcado cifras récord pero por abajo este enero.