El expresidente Donald Trump creía que China poseía una especie de arma secreta con la que provocaba huracanes en Estados Unidos. De hecho, fuentes cercanas han afirmado que preguntaba constantemente sobre la cuestión, especialmente al principio de su mandato.
En su último número, la revista Rolling Stone cita a al menos tres fuentes de su administración (todas anónimas) que señalan que esta cuestión era recurrente a lo largo del año 2018 y el siguiente, hasta el punto de que en el equipo de gobierno se hablaba jocosamente de "la pistola de huracanes".
Trump pidió a su equipo de seguridad que averiguase si China poseía esa tecnología, y aunque sus interlocutores le respondían que no, el presidente continuaba preguntando y sugiriendo el uso de armas nucleares para desactivar los huracanes, haciéndose eco así de una curiosa teoría que circuló durante la Guerra Fría.
La revista, que no esconde su animadversión por Trump y su entorno (que llama "Trumpland") pone este ejemplo como similar a la anécdota conocida la semana pasada y publicada en las memorias de uno de los secretarios (ministros) de Defensa, Mark Esper, que contó que Trump barajó bombardear con misiles laboratorios de droga en México de forma clandestina.
Más Noticias
- El experto Núñez Villaverde: "Israel tiene una superioridad tan abrumadora que en cualquier mesa de negociación tiene condiciones para imponer su dictado"
- Guerra en Gaza, directo | Israel prohíbe el paso de personas y ayuda humanitaria tras tomar el control del cruce de Rafah
- Guerra Rusia-Ucrania, en directo | Putin asume su quinto mandato con la mirada puesta en ganar la guerra contra Ucrania
- Dejan atrás la soledad con una vida en bolsas de rafia después de que hace dos años Putin empezase a bombardear sus casas
- Sin apenas oposición y un mandato casi tan largo como el de Stalin: así llega Putin a su quinta presidencia
En cualquier caso, la insistencia de Trump por apuntar su dedo acusador a China con la cuestión de los huracanes comenzó a decaer a los dos años hasta caer finalmente en el olvido, en línea con otras preocupaciones no siempre consistentes del mandatario.