"¿Si una persona está enferma mental, cómo podemos colgarla?", indicó el presidente del Supremo, Mian Saqib Nisar, según un comunicado de la organización Proyecto Justicia de Pakistán (JPP), que defiende a Imdad Ali y Kanizan Bibi, ambos esquizofrénicos y condenados a muerte.
El tribunal ordenó que se establezca una comisión médica para determinar el estado mental de Ali y que informe de sus resultados en el plazo de dos semanas. Si la comisión médica certifica que Ali sufre esquizofrenia, "no podemos permitir que una persona con discapacidad mental sea ejecutada", señaló el tribunal reunido en la ciudad de Lahore (este de Pakistán).
"Estamos emocionados con que el Tribunal Supremo esté defendiendo los derechos humanos y la dignidad humana básica", afirmó en la nota la portavoz de JPP Rimmel Mohydin. Ali, de 52 años, fue condenado a muerte por asesinar a un clérigo en 2002 y su caso provocó un enorme revuelo internacional, al recibir esta sentencia, pese a estar diagnosticado de esquizofrenia.
En octubre de 2016, en un controvertido fallo, el Supremo señaló que la esquizofrenia "no es una enfermedad mental permanente", por lo que no eximía de la pena capital. La ejecución de Ali, al que se le ha negado el perdón en todas las instancias incluida la presidencial, ha sido pospuesta en varias ocasiones en medio de la controversia por su situación.
El presidente del Supremo ordenó hoy, además, que Kanizan Bibi sea trasladada a una institución de salud mental segura y exigió que se le de el tratamiento que necesita. De acuerdo con JPP, Kanizan, que desde hace 27 años está en el corredor de la muerte, está muda y tiene dificultades para alimentarse y vestirse de manera independiente.
Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, 471 personas han sido ejecutadas desde que al término de 2014 el entonces primer ministro Nawaz Sharif levantó la moratoria de la pena de muerte, hasta finales de 2017.