El juez que dirigió el proceso y dictó el jueves por la tarde la sentencia, indicó que el comportamiento de Laszlo fue contra las normas de la sociedad y rechazó el argumento de su abogado de que la condenada actuó en defensa propia al ver a cientos de personas corriendo hacia ella.

Laszlo, que recurrirá la condena, había sido acusada de vandalismo por patear y poner la zancadilla a refugiados, entre ellos niños, que trataban de esquivar a la Policía. La periodista siguió la sesión del juicio vía teleconferencia y en algunos momentos rompió a llorar y aseguró que contra ella se había lanzado una campaña de odio.

En su acusación, la Fiscalía había indicado que el comportamiento violento de la acusada, que no causó heridas, provocó consternación en las personas que estaban presentes". Sin embargo, también señaló que no era demostrable que "el origen de las víctimas o el hecho de que se tratara de inmigrantes" fuera lo que motivara la actitud agresiva de la periodista.

La defensa, por su parte, aseguró que las patadas fueron una reacción típica de pánico. Petra László, que trabajaba para la televisión N1, cercana al partido de extrema derecha Jobbik, fue despedida y después pidió perdón por sus actos.