Un tren de alta velocidad circuló durante 40 kilómetros por el este de Francia con el cadáver de un ciclista empotrado en la parte delantera del convoy, hasta que fue descubierto al entrar en una estación, informó hoy la policía.

El suceso se produjo el domingo, cuando a la cabeza de un tren TGV que entró a la estación de Mulhouse (este) se descubrió incrustado el cuerpo sin vida de un ciclista, de 48 años. Los investigadores, que aún no han podido establecer si se trató de un accidente o de un suicidio, creen que la víctima fue arrollada por el tren en un paso a nivel en el municipio de Petit-Croix.

El cuerpo quedó alojado en una zona fuera de la visibilidad del conductor, según los responsables de transportes, que subrayaron que es "relativamente raro" que no se descubra inmediatamente el cuerpo de una persona atropellada por un tren.