Militares y sicarios de Mexico han protagonizado un tremendo tiroteo para liberar a un capo detenido, el Duranguillo, el jefe de una de las ramas más peligrosas del cartel de Sinaloa. Primero ofrecieron un soborno millonario, pero los militares no aceptaron y hasta 60 sicarios la emprendieron a tiros desatando el caos por todo el municipio.

En total eran 60 sicarios de Sinaloa cortando la carretera y rodeando con sus vehículos a militares del Ejército mexicano para liberar a una de las ramas del cártel vinculado al Chapo Guzmán.

Los 15 militares encargados de custodiar al Duranguillo y sus tres escoltas no cayeron ante los sobornos de los delincuentes. "Les estaban ofreciendo que si soltaban al jefe de la banda, no les iba a pasar nada a ellos, le estaban ofreciendo al grupo de militares 10 millones de pesos", ha explicado el presidente mexicano.

Una negativa que no gustó y a la que el cártel respondió con un aumento de violencia: un tiroteo por toda la ciudad que generó el caos. Momentos de tensión que los 15 militares y las dos bases que acudieron en refuerzo, supieron enfrentar causando la huida de los sicarios, que no lograron recuperar a su capo. En el enfrentamiento ha muerto un militar y un integrante del cártel y hay dos heridos.