El gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis quiere aumentar aún más la jornada en el país que más trabaja de Europa.

Entre las nuevas reformas, está la posibilidad de optar a dos trabajos a tiempo completo con un límite de 13 horas diarias, 5 más de las 8 actuales. A esto hay que añadir que de cinco días laborables pasan a seis (en algunos sectores), que en total aumentaría la semana laboral de 45 a 78 horas.

"Se trata de un retorno al siglo XIX. Una especie de neoesclavitud en la línea de lo que vienen argumentando empresarios de extrema derecha" asegura Jorge Fonseca, economista de la Universidad Complutense de Madrid.

La ley también introduce contratos para los nuevos empleados de guardia, trabajadores que no tendrán un número de horas fijo por contrato. Además, el empleador podrá avisar solo 24 horas antes cuando quiera contar con ellos.

El derecho a huelga, denuncian los sindicatos, también se vería mermado. Los piquetes podrán enfrentarse a 6 meses de prisión y 5.000 euros de multa si bloquean la entrada o salida a quienes quieran trabajar, algo que "parte del ideario neoliberal que está intentando imponer su nuevo orden" señala Fonseca.

Y por último, un polémico cambio más: en su primer contrato los trabajadores podrán ser despedidos sin indemnización y sin motivo.