Tras la humillación de Salzburgo, May está más debilitada que nunca. Según 'The Sunday Times', su equipo incluso se plantea convocar elecciones en noviembre para reforzar su posición.

Se trata de una jugada arriesgada que ya hizo el año pasado y que provocó que perdiera la mayoría absoluta. Desde Downing Street niegan que las elecciones anticipadas estén sobre la mesa y su ministro del Brexit también las descarta. "No tiene sentido. No va a pasar", ha afirmado Dominic Raab.

El revés de los socios europeos le llega a May en el peor momento. En su propio partido muchos tampoco apoyan su propuesta para el Brexit. A una semana del congreso anual de los 'tories' hay ruido de sables. Su liderazgo está en cuestión.

El líder de la oposición cree que algunos conservadores están tan enfadados con May que incluso apoyarían su propuesta. "Podríamos estar dirigiéndonos a unas elecciones generales", ha asegurado el líder del Partido Liberalista de Reino Unido, Jeremy Corbyn.

Sus bases quieren un segundo referéndum sobre el Brexit y votar el acuerdo que cierren Londres y los 27. En este sentido, Jeremy Corbyn ha declarado: "Nuestra preferencia serían elecciones generales y así poder renegociar nuestra futura relación con Europa".

Aceptará, dice, lo que digan los militantes. Su número dos va más allá. Dice que les eligieron para devolver el partido a las bases y que harán lo que ellos quieran. Según una encuesta, el 86% quiere una nueva consulta, así que parece que, de una forma u otra, todos los caminos, llevan a las urnas.