La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, ha abierto la puerta a retrasar de forma "corta" y "limitada" el Brexit, si bien esta prórroga, según ha matizado, no debería alargarse más allá de "finales de junio". Así lo ha expuesto la dirigente británica ante los diputados del Parlamento.

La intención de May es desbloquear las negociaciones con la Unión Europea de cara a la salida del país de dicho organismo. "Reino Unido solo saldrá sin acuerdo si hay un consentimiento explícito para que así sea", ha apuntado durante su intervención en la cámara británica.

En este sentido, para ejecutar una prórroga del Brexit, May ha puesto una serie de condiciones; entre ellas, votar nuevamente el tratado del Brexit el 12 de marzo. Así, propone que si gana otra vez el 'no' se ponga en marcha una moción para que los diputados de Reino Unido respalden o rechacen una ruptura con la UE sin ningún tipo de acuerdo.

May ha pedido que esta prórroga no se extienda hasta junio porque implicaría la participación de Reino Unido en las elecciones europeas que se celebrarán el próximo 26 de mayo. La 'premier' británica ha advertido de que "una extensión no descarta una salida del acuerdo" y que, por tanto, el "salto al vacío" podría solo retrasarse unos "pocos meses".

La principal dirigente de Reino Unido ha tomado esta decisión horas después de que el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, hubiera anunciado que su formación respaldará la celebración de un segundo referéndum sobre el Brexit para evitar en última instancia "un Brexit conservador dañino" si el Gobierno rechaza negociar con Bruselas una relación más cercana.