El atacante abatido a tiros en los ataques de Viena cumplió una pena de prisión por intentar viajar a Siria y unirse al Estado Islámico, según ha informado el Gobierno austriaco.

El Ministerio del Interior ha confirmado a la agencia APAnews que el hombre, de 20 años, había sido condenado a 22 meses de prisión en abril de 2019. En diciembre de 2019, fue puesto en libertad antes de tiempo debido a su juventud, según el informe, que cita al ministro del Interior austríaco Karl Nehammer.

El joven de 20 años fue asesinado a tiros por la policía cerca de la iglesia de St. Ruprecht en Viena. En los ataques han muerto cuatro personas. El alcalde de la ciudad ha revelado que el sospechoso abatido estaba "muy bien preparado": llevaba un fusil de asalto semiautomático, la pistola y un machete, pero el cinturón de explosivos que tenía era falso.

Según las informaciones difundidas hasta ahora, el chico había nacido y crecido en la capital austriaca. En su familia hay antecedentes migratorios procedentes de Albania, pero sus padres eran originarios de Macedonia del Norte, según ha publicado el semanario Falternewspaper.

Su redactor jefe, Florian Klenk, asegura que, apenas fue identificado por la Policía, apareció su historial, porque fue uno de los 90 islamistas que había mostrado intenciones de viajar a Siria, "pero no estaba bajo vigilancia porque la Policía no creyó que fuera capaz de organizar un atentado en Viena".

En los ataques ha participado "al menos un terrorista islamista", según el ministro de Interior de Austria, Karl Nehammer en rueda de prensa en la capital austríaca. "El segundo agresor sigue a la fuga", ha añadido el titular, que por primera vez ha utilizado la palabra "islamista" en relación con este atentado. Sin embargo, según la agencia APA, dos hombres vinculados con el atentado han sido ya detenidos en la ciudad de Sankt Pölten, en el norte de Austria.