La terrible explosión que ha asolado Beirut deja ya más de un centenar de víctimas mortales y miles de heridos en la capital libanesa, aún en shock tras lo ocurrido. ´

Inesperadamente, el horror de la terrible deflagración lo captó, casi sin querer, un fotógrafo que en ese momento realizaba la sesión de fotos de una boda, cuando la explosión sorprendió a la novia mientras posaba para un vídeo.

En las dramáticas imágenes que captó, aparece ella sonriente, ataviada con vestido blanco y velo, hasta que, de repente, irrumpen en escena una ensordecedora detonación y una brutal onda expansiva, que la hace tambalearse y a punto está de tirarla al suelo.

A continuación, se observa la devastación provocada por la explosión: ventanas con vidrios rotos y escombros por todas partes. Al final de la grabación puede verse a los recién casados alejándose del lugar.

Habla la novia del vídeo

La protagonista del desolador vídeo, una doctora libanesa de 29 años llamada Israa Seblani que trabaja en Estados Unidos, se encuentra bien. Cuenta que se acercó a ayudar a los heridos que había cerca, antes de abandonar la plaza Sifi, en el centro de Beirut, para refugiarse en un lugar seguro.

La joven afirma que "no hay palabras para explicar" lo que sintió durante la explosión. En declaraciones a la agencia Reuters, ha relatado que estaba "en shock". "Me preguntaba qué había ocurrido: ¿voy a morir?", afirma.

Tres semanas antes, había llegado a la ciudad para preparar su enlace, ahora marcado por la tragedia. En el hotel que albergaba la celebración, recoge Reuters, ahora se acumulaban los cristales rotos y restos aplastados de arreglos florales. "Llevaba dos semanas preparándome para mi gran día y estaba muy contenta", rememora Seblani.

"Comenzamos a caminar alrededor y era extremadamente triste: no se podía describir la devastación y el sonido de la explosión", cuenta la novia, que confiesa que ella y su marido aún no han podido procesar lo ocurrido: "Seguimos en shock, nunca había oído nada parecido al sonido de esta explosión".

"Me siento muy triste por lo que le ha ocurrido a otras personas, por lo que le ha ocurrido al Líbano -añade-. Cuando desperté y vi el daño que había sufrido Beirut, pensé: gracias a dios que estamos vivos".

Aunque intentaron continuar con la celebración, explica que su mente estaba ausente. "Ha habido muchos daños, muchas personas han muerto y resultado heridas. Pero si miro hacia nosotros, mi marido, el fotógrafo y yo, escapamos ilesos. Doy gracias a dios por protegernos", concluye, explicando que por ello se siente "optimista" sobre una boda que fue a celebrar al Líbano y se vio truncada por la explosión.