Un terremoto de magnitud 5,6 en la escala de Richter ha sacudido el noroeste de Grecia y provocó daños materiales, aunque no hay que lamentar daños personales.
Según informó el Instituto Geodésico de Atenas, el sismo ocurrió a las 2.49 hora local (00.49 GMT) a 14 kilómetros al noreste de la localidad de Parga, en la región de Epiro, y a una profundidad focal de diez kilómetros. En esa misma zona se había producido tres horas antes un terremoto de magnitud 4,3.
Los principales daños se ha producido en el pueblo de Kanalaki, donde se han derrumbado algunas casas antiguas, pero sin causar heridos.
Según las imágenes facilitadas por medios locales, también ha habido roturas de ventanas y escaparates y grietas en fachadas de edificios más modernos. En algunas zonas de la región hubo además cortes de electricidad durante varias horas. Además hubo daños en carreteras por caídas de rocas o deslizamientos.
El terremoto se sintió con fuerza en la ciudad de Preveza, donde la gente salió asustada a la calle, y también en la isla de Corfú, desde donde no se han reportado daños.
El presidente del organismo de planificación sísmica, Efthymios Lekkas, aseguró en declaraciones a medios locales que el terremoto provino de la conocida falla de Paramythia, en la región de Tesprotia.