El presidente de Chile, Sebastián Piñera, se comprometió a evitar los chistes machistas en sus apariciones públicas tras la última polémica, aunque subrayó que algunos de sus comentarios son "inocentes".

"Me rindo, acepto la sugerencia", dijo el mandatario conservador después de su última salida de tono, que tuvo a la minifalda como protagonista.

En una visita a la norteña región de Tarapacá, Piñera hizo una analogía entre el plan de desarrollo que el Gobierno quiere impulsar y la minifalda.

"Vamos a aplicar el viejo y sabio principio de la minifalda, que tiene que ser lo suficientemente larga para cubrir lo fundamental y lo suficientemente corta para mantener la atención", dijo entonces.

No es la primera vez que Piñera hace bromas sexistas en actos oficiales.

En junio del año pasado, durante un acto de campaña, hizo un comentario que le valió una reprimenda de la entonces mandataria chilena, Michelle Bachelet. "Bueno muchachos, me acaban de sugerir un juego muy entretenido. Es muy sencillo: todas las mujeres se tiran al suelo y se hacen las muertas, y todos nosotros nos tiramos encima y nos hacemos los vivos", dijo Piñera.