El teniente general Francisco Gan Pampols cree que la OTAN y la Unión Europea deben "medir muy mucho" qué tipo de armamento envían a Ucrania para que Rusia no lo considere un acto hostil y se llegue a una escalada en el conflicto armado que ponga en peligro la paz mundial. "Putin hasta ahora ha tragado", advierte.

Este militar, exjefe del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, repasa, en una entrevista con EFE, los últimos acontecimientos del conflicto armado en Ucrania que, a su juicio, podría evolucionar hacia una guerra de guerrillas si, como se prevé, Rusia lanza una gran ofensiva en el Donbás y tiene éxito.

Pampols espera un recrudecimiento de los ataques de Rusia, valorando que las tropas ucranianas "no podrían soportar tanta potencia de combate" si los rusos se movilizan a zonas más concretas. "Sería prácticamente imparable, aunque el ejército de Ucrania es valerosísimo y a pesar de ser inferior está defendiendo de una forma heroica", esgrime.

Saca el término de "guerra irregular", una "guerra de guerrillas en el siglo XXI" en una situación que se podría alargar "toda la vida, mientras haya voluntad de lucha". "Esto ya no es una guerra abierta, este conflicto ha devorado la historia", añade Pampols.

El teniente general apuesta por "medir mucho" qué tipo de acciones y envíos se efectúan a Ucrania, ya que Rusia puede empezar a considerarlos como un "acto hostil directo". "Si se pensara en otro tipo de armamento me temo que estaríamos empezando a escalar sin darnos cuenta y estaríamos más cerca de un conflicto que traspasaría Ucrania y pondría en peligro la paz mundial", avanza.