Los talibanes han prohibido a las mujeres de Afganistán que trabajen para ONG, y justifican esta decisión afirmando que las trabajadoras no respetan el código de vestimenta.

El nuevo veto ha hecho estallar la rabia de miles de mujeres afganas, una indignación que los talibanes frenan a manguerazos. "Nosotras no llevamos armas y ellos nos atacan con cañones de agua en un callejón", denuncia una joven.

Las mujeres empleadas en ONG son fundamentales para garantizar el sistema sanitario y educativo segregado en el país. Muchas de ellas solo pueden trabajar a través de las organizaciones sin ánimo de lucro, lo que supone un duro golpe también para su economía e independencia.

La noticia llega solo cuatro días después de que se les prohibiese también estudiar en la universidad.

La ONU ha dado un paso al frente y se reunirá con los talibanes para hablar de la situación de sus agencias humanitarias en el país. Mientras, las afganas salen a las calles para que las niñas de hoy no tengan que abandonar sus libros o trabajos mañana.