Mujeres sin rostro y sin libertad es lo que se ve ya en todos los canales de televisión afganos. "Es una imposición que además puede crearnos problemas a la hora de presentar nuestros programas", explica Sonia Niazi, periodista en Tolo News.

Niazi pasa varias horas al día frente a la cámara y se resistió a acatar hasta que le llegó el ultimátum talibán. "Los decretos como este eliminan a las mujeres dentro del país", asegura la periodista.

En el vídeo superior de esta noticia, se puede ver a su compañera Jada haciendo una entrevista en plató hace solo unos días. Ahora muestra su nuevo ritual para entrar en directo. De nada sirvió el apoyo tanto de su directivo como de sus compañeros que se solidarizaron con ellas llevando también mascarilla.

El régimen talibán es inflexible.Desde el 7 de mayor las mujeres deben ir cubiertas de pies a cabeza, únicamente mostrando sus ojos. En este sentido, las periodistas tienen que ser ejemplo y espejo para la sociedad, según aseguran los extremistas.

Una en la que ellas pierden derechos cada día, mientras el mundo ha dejado de poner el foco en su país. En cuestión de meses han retrocedido décadas: vuelven a tener guardianes masculinos; no se recomienda que salgan de casa, solamente cuando sea necesario y en las aulas ya únicamente hay lugar para ellos.

Unas medidas tomadas por el Ministerio para la Propagación de la Virtud, cuya sede está, irónicamente, en el extinto Ministerio de la Mujer.