El oficial Torsak Sukwimon ha sido nombrado oficialmente nuevo jefe de la Policía Nacional de Tailandia, en medio de la polémica que rodea a la institución por las denuncias de presunta corrupción contra varios de sus altos cargos, entre ellos el número dos del cuerpo, Surachate Hakparn, más conocido como 'Big Joke', al frente del caso Daniel Sancho.

Torsak, de 59 años, fue elegido el miércoles durante una reunión presidida por el primer ministro tailandés, Srettha Thavisin, pero su nombramiento se ha hecho oficial este sábado con la publicación de la orden del rey Vajiralongkorn en la Gaceta Real. El ahora jefe de la máxima institución policial del país asiático era el candidato con la menor antigüedad entre los cuatro aspirantes y ha sido elegido para el cargo a falta de un año para retirarse.

Su nombramiento ha estado además envuelto en diversas polémicas a lo largo de la semana, ya que pocos días antes de la reunión -que incluso se barajó postergar- hubo varios incidentes en el seno de la Policía que fueron calificados como "conflictos políticos".

El pasado lunes, las autoridades registraron diversas propiedades de altos rangos policiales, entre ellas algunas viviendas de 'Big Joke', encargado de supervisar la investigación del asesinato de Edwin Arrieta, un crimen por el que Sancho se encuentra en una prisión tailandesa a la espera de juicio.

La operación de registros, enmarcada en una investigación que vincula a 'Big Joke' y otros altos cargos policiales a fondos ilegales de apuestas en línea, terminó con el arresto de 17 personas, incluidos ocho policías que trabajan bajo las órdenes del jefe policial, aunque los agentes no hallaron pruebas incriminatorias contra el subdirector. Las autoridades investigan también un supuesto soborno de unos 140 millones de baht (unos 3,65 millones de euros) de un grupo ilegal de juegos de azar, entre otros delitos.

'Big Joke', uno de los favoritos para convertirse en el nuevo jefe de la Policía y una de las figuras más mediáticas -y controvertidas- de la institución, ha negado todas las acusaciones y atribuido el allanamiento de su casa a una persecución política. Conocido por su alto perfil mediático, este alto cargo policial ha sido la cara visible de la Policía durante la investigación de Sancho por el asesinato de Arrieta el pasado mes agosto.

El español, hijo del actor Rodolfo Sancho y nieto de Sancho Gracia, fue detenido el 5 de agosto, cuando confesó el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano en la comisaría de la turística isla de Koh Phangan, en el sur del país, y luego fue trasladado a la vecina Koh Samui.