La poderosa fotografía, tomada en el lugar de detención por el fotógrafo John Moore, se convirtió en una de las imágenes icónicas de la cobertura mediática de la política de separación de familias por parte del Gobierno de Trump.
Decenas de periódicos y revistas publicaron la imagen, aumentando la ola de indignación que llevó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a dar marcha atrás y a anunciar que las familias ya no serían separadas.
"Mi niña ha sido símbolo de esa situación de separación de los niños en la frontera de Estados Unidos. Ha tocado, tal vez, el corazón del presidente Trump", ha explicado a Reuters Denis Valera, que asegura ser el padre de la pequeña.
El hombre ha dicho que la niña y su madre, Sandra Sánchez, fueron detenidas juntas en la ciudad fronteriza de McAllen, en Texas, donde Sánchez solicitó asilo y que no fueron separadas. La vicecanciller hondureña, Nelly Jerez, confirma la versión de este hombre.
Varela ha dicho que se quedó impresionado y dolido cuando vio por primera vez la foto de su hija llorando en la televisión. "Le rompe el corazón a cualquiera (...) Triste con dolor por lo que ella estaba pasando en ese momento", ha señalado.