Ante el Parlamento Europeo, Margot Friedländer lleva al cuello un collar de ámbar del que no se separa nunca. Fue el último recuerdo que le dejó su madre tras ser transportada a Auschwitz. A sus 100 años, cumplidos el pasado mes de noviembre, Friedländer puede decir que lo ha logrado: es la memoria viva del horror del Holocausto.

Una vida dedicada a contar cómo, siendo apenas una veinteañera, sobrevivió al campo de concentración de Theresienstadt y, ya cerca de los 90 años, decidió volver a Berlín para cumplir una misión: procurar que nadie olvide lo que sucedió.

Coincidiendo con el 77 aniversario de la liberación de Auschwitz y el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, el Parlamento Europeo se unió este jueves a la larga lista de lugares públicos en los que Friedländer ha contado al mundo su testimonio y su advertencia de que aquello "puede volver a suceder". "En muchos países, nadie movió un dedo para salvar a sus vecinos judíos de la deportación", ha recordado ante la Eurocámara.

En el tuit bajo estas líneas puedes escuchar la historia de su vida, tal y como la ha relatado ante el Parlamento Europeo, doblada en castellano: desde que detuvieron a su hermano y se quedó sola en la capital alemana, donde pasó 15 meses escondida en diferentes casas de amigos antes de ser detenida; su vida en el campo de concentración y por qué, después de mucho tiempo, volvió a "su Berlín".