Los casos probables de hepatitis infantil aguda de origen desconocido comunicados a la OMS ascienden a 348, a los que podrían sumarse 70 casos adicionales que están esperando ser clasificados, según ha informado la organización este martes.

Esta nueva enfermedad, detectada inicialmente en el Reino Unido, se ha propagado ya por una veintena de países, mientras que en otros 13 probablemente también hay casos, aunque todavía se está investigando, según ha indicado la especialista del programa global sobre hepatitis de la OMS, Philippa Eastbrook.

Los 348 casos comunicados ahora suponen un salto importante frente a los 228 contabilizados anteriormente, pero Eastbrook ha aclarado que en la cifra se mezclan casos nuevos con casos anteriores que no habían sido notificados hasta ahora. En estos momentos, Reino Unido concentra la mayoría de casos, con un total de 163, y solo hay seis países que han informado por ahora de más de cinco casos.

La principal hipótesis: el adenovirus

"En la última semana hubo progresos en las investigaciones y se han afinado las hipótesis. Se está mirando la genética de los niños, su respuesta inmunitaria y distintos virus. La hipótesis más relevante sigue siendo la que tiene que ver con el adenovirus y se sigue considerando el rol del COVID, como coinfección o por infección pasada", ha detallado Eastbrook.

"Los países afectados han acelerado las pruebas de diagnóstico y el resultado ha sido que el 70% ha dado positivo para el adenovirus en la sangre", ha apuntado la experta, que ha señalado que en la mayoría de casos se ha identificado el subtipo de adenovirus 41.

En relación con el COVID-19, Eastbrook ha indicado que el 18% de los casos fueron positivos en la prueba PCR y ahora se ahondará en los test serológicos para detectar si hubo infecciones pasadas por coronavirus.